Cuando disfrutamos de un buen jamón, tanto si es serrano como si es ibérico, observamos que cada loncha presenta una serie de rayitas blancas. Eso es el veteado del jamón, del que hablamos hoy en Grupo Julián Becerro.

Qué es el veteado del jamón

Cada pieza de jamón presenta diferentes tipos de grasa. Por un lado, tenemos la grasa que recubre la pieza, también conocida como grasa de depósito. Por otro lado, tenemos la grasa que separa los diferentes grupos musculares del jamón, o grasa intermuscular.

Pero la grasa de la que hablamos hoy es la grasa intramuscular, es decir, la grasa infiltrada, que se conoce como el veteado del jamón.

Beneficios de la grasa infiltrada o veteado

El veteado del jamón aporta numerosos beneficios a la pieza.

A nivel gustativo

En primer lugar, la grasa aporta jugosidad al jamón. Al introducir cada loncha en la boca, esta grasa infiltrada se funde y proporciona una sensación gustativa única y agradable en cada bocado.

Al mismo tiempo, el veteado aporta matices únicos al jamón, potenciando su aroma e intensidad y haciéndonos que lo disfrutemos al 100%.

En definitiva, a mayor nivel de veteado, más suave y sabroso resulta. De hecho, muchos expertos asocian un mayor veteado a la mejor calidad del jamón.

No obstante, podría darse el caso de encontrar jamones ibéricos de gran calidad que cuenten con menor nivel de grasa infiltrada que otros más humildes, como algunos serranos.

A nivel nutricional

Dicho esto, es importante recordar que el veteado del jamón no solo es beneficioso a nivel sensorial, sino que además proporciona excelentes beneficios nutricionales.

Entre ellos, destaca su contenido en ácido oleico, similar al del aceite de oliva. Este aporta excelentes propiedades cardiosaludables, evitando la acumulación de grasas en las paredes arteriales, reduciendo el colesterol malo y fomentando la síntesis del colesterol bueno.

En definitiva, no todos los jamones cuentan con el mismo nivel de veteado. Pero éste sí influye a nivel de degustación, ya que la grasa infiltrada aporta matices que un jamón con poco veteado no logra aportar.