¿Cuál es la temperatura de consumo del jamón perfecta?

El jamón es un producto excepcional, delicado y delicioso. Como tal, hay que tratarlo de manera adecuada para sacar a relucir todo su potencial, que es mucho. Por eso, hoy en Grupo Julián Becerro hablamos de la importancia de la temperatura de consumo del jamón, algo que no siempre se tiene en cuenta.

Conociendo la temperatura de consumo del jamón ideal

Partimos de la base de que el jamón debe conservarse adecuadamente. Es decir, lejos de fuentes de calor, de la luz directa del sol y preferiblemente en un lugar a la sombra, fresco y seco.

Es la mejor manera de asegurarse de que el jamón mantiene sus propiedades intactas, ofreciendo los mejores resultados.

En base a esto, la temperatura de consumo del jamón ideal es la temperatura ambiente. Es decir, entre los 20 y 22ºC aproximadamente.

En ese punto, degustar el jamón es un auténtico placer, ya que permite descubrir todos los matices de este maravilloso manjar.

Pero, ¿qué sucede cuando no se toma en ese rango de temperaturas? Básicamente que no se puede apreciar todo su potencial, distorsionándose las sensaciones y, por tanto, desmereciendo su gran calidad.

A continuación veremos cómo influyen otras temperaturas en la experiencia gustativa.

Tomar el jamón demasiado frío

Por ejemplo, esto puede suceder con los sobres de jamón loncheado, o cuando hace demasiado calor en verano y optamos por guardar partes del jamón en la nevera (solo si no queda otro remedio).

Tomar el jamón nada más sacarlo de la nevera es un craso error. Primero, al abrir el sobre veremos que el jamón no desprende su embriagador aroma.

Por otro lado, las lonchas no se pueden separar fácilmente, dificultando su consumo y disfrute, además de destrozar la estética del jamón.

Y, si lo metemos en boca, comprobaremos que la grasa no se funde con facilidad, por lo que tardará más tiempo en ofrecer todos sus aromas y matices.

Además, puede resultar más salado que cuando lo consumimos a la temperatura adecuada, ya que la grasa suaviza la salinidad del jamón.

Por tanto, lo mejor es sacarlo un rato antes de la nevera para que adquiera la temperatura ambiente.

Tomar el jamón demasiado caliente

Hay quienes optan por acelerar el proceso de atemperado del jamón calentándolo en el microondas, ¡un tremendo error!

Por un lado, el calor modifica la estructura del jamón, obteniendo otro producto que poco tiene que ver con el clásico jamón recién cortado.

La textura puede volverse crujiente, en lugar de sedosa. Recordemos que el microondas calienta los alimentos deshidratándolos, por lo que aumenta considerablemente la concentración salina del jamón.

Conclusión

Tras analizar los resultados, la mejor temperatura de consumo del jamón es siempre la temperatura ambiente.

Tomándolo así, conserva todas sus propiedades organolépticas y se puede disfrutar al máximo.

Por eso, además de elegir el mejor jamón, como el que ofrecemos a nuestros clientes en nuestra tienda online de Julián Becerro, su conservación y presentación son esenciales.