Principales mitos sobre el jamón

Hoy en Grupo Julián Becerro hablamos sobre algunos de los mitos sobre el jamón, que le han acompañado a lo largo de la historia.

Mitos sobre el corte del jamón: cualquier cuchillo vale

Totalmente falso. Para cortar adecuadamente el jamón son necesarios una serie de utensilios básicos, entre los que se encuentran el soporte y los cuchillos. Un buen cuchillo jamonero no puede faltar para poder disfrutar al máximo del jamón.

Da igual por dónde empieces el jamón

La zona por donde se comienza un jamón depende de diferentes factores. Si se va a cortar entero, o solamente unas raciones, la frecuencia de corte, el estado del jamón, etc.

Por ejemplo, para una familia que no toma jamón a diario, sino de vez en cuando, lo mejor es comenzarlo por la parte más estrecha, puesto que estará más seca. Mientras tanto, la maza permanecerá más tiempo tierna.

Si es un evento en el que se vaya a consumir una pieza entera, o en un negocio de hostelería donde se corta con mucha frecuencia, da igual por dónde se comience.

Los puntitos blancos del jamón son sal

En ocasiones, al lonchear el jamón apreciamos unos puntos blancos. Al contrario de lo que muchas personas puedan pensar, no es sal, ni tampoco bacterias. Se trata de cristales de tirosina, un aminoácido que aparece durante el proceso de curación del jamón. No hay que preocuparse, porque no es perjudicial para la salud.

El jamón de bellota proviene de un cerdo que solo come bellotas

Este es un error recurrente entre la gente. Durante la montanera, el cerdo ibérico come bellotas. Pero también toma raíces, hierbas y otros alimentos naturalmente presentes en la dehesa. Aunque sí es cierto que toman muchas bellotas y eso le da un toque exquisito al jamón.

Mitos sobre el jamón de cerdo macho

Hoy en día tanto los cerdos hembras como machos se castran poco después de nacer. En el caso del macho, la castración evita que se produzca la testosterona. Esta hormona puede aportar un sabor fuerte a la carne, además de afectar en el desarrollo del jamón.

Sin embargo, el mito puede venir porque antiguamente, en las matanzas caseras, cuando un cerdo macho se mataba sin haber sido castrado podía presentar un sabor más fuerte. Pero insistimos en que actualmente en la industria cárnica ya no sucede.

El jamón se puede comer frío

Por poderse, se puede comer, pero si lo tomas en frío no estarás disfrutando de todos sus matices. No sabe igual un jamón a temperatura ambiente que uno recién sacado de la nevera. Haz la prueba y compruébalo por ti mismo.

El jamón engorda

Este es sin duda uno de los mitos sobre el jamón más injustos. Desconocemos quién inventó que el jamón engorda, pero flaco favor les hizo a los amantes del buen jamón.

De hecho, 100 gramos de jamón aportan aproximadamente unas 300 kcal., una cifra similar o inferior a otros productos cárnicos. El secreto es tomarlo dentro de una dieta equilibrada.

El emplatado no es importante

La comida entra por los ojos antes que por la boca. El emplatado del jamón es fundamental para que apetezca comerlo. Opta por un plato blanco sin dibujos para resaltar los matices de cada loncha de jamón.

En Grupo Julián Becerro disponemos de nuestra Escuela de Corte, donde impartimos cursos y talleres de corte y emplatado de jamón.

Y vosotros, ¿conocíais todos estos mitos sobre el jamón?