El jamón es uno de los alimentos más representativos e internacionales de la gastronomía española. Pero esto no es algo nuevo, sino que hace siglos que su fama se extendía más allá de nuestras fronteras. Hoy desde Grupo Julián Becerro hablamos de la historia del jamón a lo largo del tiempo.

Conociendo la historia del jamón

Como comentábamos, aunque Internet ha hecho que nuestros productos se comercialicen en más de medio mundo, en realidad la fama del jamón español viene de lejos.

De hecho, hace un tiempo se encontró un jamón fosilizado en las ruinas de la antigua Tarraco, la antigua ciudad romana de Tarragona. Se estima que tiene unos 2.000 años de antigüedad. Esto, sumado a un edicto del Emperador Diocleciano, confirma que el jamón español se exportaba a tierras italianas durante el Imperio Romano.

Pero posiblemente su consumo fuera anterior a los romanos. Hay indicios que apuntan a que el cerdo pudo llegar a nuestra península alrededor del año 1100 a.C., entrando por la zona de Cádiz.

Así, el concepto de jamón curado debió nacer como una necesidad para conservar la carne durante más tiempo.

Al no existir los congeladores actuales, el ingenio prevalecía. Por lo tanto, observaron que al meter en sal las carnes procedentes de los animales que criaban y mataban, podían conservarlas durante mucho más tiempo.

Desde entonces, el jamón formó parte de la gastronomía popular y era considerado un alimento modesto.

Durante el dominio musulmán, el consumo de la carne de cerdo descendió estrepitosamente, debido a sus creencias. Sin embargo, cuando acabó dicha etapa, se retomaron las antiguas tradiciones gastronómicas, en las que no faltaba el jamón.

Más adelante, a partir del siglo XX, comenzó a ganar popularidad, siendo el protagonista en las mesas de grandes personalidades.

Hoy en día, la industria jamonera ha evolucionado mucho, adaptando los procesos para conseguir los mejores resultados, pero con el máximo respeto al producto.

Claro está, que sin todos estos pasos acontecidos a lo largo de la historia del jamón, no habríamos logrado el maravilloso producto actual, como el que ofrecemos a nuestros clientes en Grupo Julián Becerro.