Una de las características que diferencia al cerdo ibérico del resto de cerdos es su alimentación durante la montanera. Así, gran parte de ella procede del consumo de bellotas, que encuentra durante sus paseos por la dehesa. Hoy en Grupo Julián Becerro hablamos sobre la importancia de las bellotas en el cerdo ibérico.

Desvelando la importancia de las bellotas en el cerdo ibérico

Se estima que cada cerdo es capaz de comer hasta 10 Kg de bellotas al día durante su montanera. Una deliciosa dieta que complementa con hierba, raíces, pastos y otros frutos que encuentra en sus caminatas.

Pero, ¿qué tienen de especial estos preciados frutos?

Por un lado, las bellotas no se encuentran en cualquier entorno, sino que son el fruto de los árboles que se engloban dentro del género Quercus. En concreto, las encinas, robles, quejigos y alcornoques. Aunque, para ser honestos, las más populares son las de la encina.

Este tipo de árboles se encuentran especialmente en las dehesas, justamente el lugar donde los cerdos realizan la montanera. En nuestro país se encuentran especialmente en zonas de Andalucía, Extremadura, Castilla León, Castilla La Mancha y la Comunidad de Madrid.

Aunque las bellotas de estos árboles son similares en forma, difieren en tamaño y sabor. De hecho, las más dulces suelen ser las favoritas del cerdo ibérico, estando las de quejigo y encina entre sus favoritas.

Cada una tiene su punto de maduración y caída, por lo que una dehesa que cuente con diferentes tipos de árboles que den bellotas, puede prolongar la montanera.

Por otro lado, los cerdos han desarrollado la habilidad de pelar las bellotas para consumirlas. Esto es vital, ya que su cáscara contiene sustancias como la lignina y los taninos, que pueden provocar irritaciones gastrointestinales.

Qué aporta la bellota al cerdo ibérico

Elijan la variedad de bellota que elijan, estos frutos confieren al cerdo ibérico unos matices gustativos únicos e inigualables.

Pero no solamente se trata de sabor, sino que la importancia de las bellotas en el cerdo ibérico radica también en sus propiedades y en lo que consiguen con su carne.

Por un lado, su alto contenido en ácido oleico, un tipo de grasa capaz de regular los niveles de colesterol y que transforma al cerdo ibérico en una carne cardiosaludable.

Además de ello, este lípido le confiere una textura única a la carne, ayudando a que el cerdo engorde e infiltre la grasa veteada.

Por todo esto, podemos decir que sin las bellotas nunca podríamos obtener este producto de calidad superior, como el que ofrecemos a nuestros clientes en nuestra tienda online de Julián Becerro, así como en nuestras tiendas físicas.