El jamón ibérico está bueno lo tomes como lo tomes. Cortarlo es todo un ritual, pero disfrutarlo no se queda atrás. En los últimos tiempos tomar el jamón ibérico frito vuelve a estar de moda.

Vuelve la moda del jamón ibérico frito

Lo que para muchos puede parecer un sacrilegio, para algunos chefs de renombre freír el jamón ibérico es algo que todo el mundo debería probar.

Una de las cosas buenas que tiene el jamón ibérico es que ofrece mil matices diferentes. No sabe igual si se corta fino, que si las lonchas son más gruesas. También se aprecia de diferente manera si el jamón está loncheado o cortado a tacos.

Lo mismo sucede cuando hay que cocinarlo. El resultado es diferente si se hace a la plancha en lonchas gruesas, si se hornea o si salteado sirve como relleno o aderezo.

Para qué elaboraciones puede freírse el jamón

Antes de ponerse a freír el jamón a lo loco, hay que tener en cuenta varias cosas. Freír el jamón resalta mucho más la sal que contiene. ¡Cuidado con qué lo acompañas, el resultado puede ser demasiado salado!

A nuestro parecer, la mejor manera de apreciar todo lo que un buen jamón ibérico puede ofrecer es tomarlo «al natural». Por eso, antes de lanzarte a la aventura de freír jamón ibérico puedes experimentar con jamones más modestos.

Si aún así quieres freírlo, apúntate maneras de aprovechar el jamón ibérico frito.

Jamón ibérico en tacos frito

Perfecto para acompañar verduras, elaborar revueltos con huevo y otros ingredientes, platos de pasta y croquetas. También puede potenciar el sabor de los guisos de legumbre y arroces.

Pruébalo en forma de ensalada con frutas, el contraste es delicioso.

Jamón ibérico en lonchas frito

Prueba a hacer unos buenos huevos fritos aprovechando la grasa que suelta el jamón al freírse. El resultado es simplemente espectacular. Puedes comparar si te gusta más con el jamón recién cortado o pasado por la sartén.

Si quieres aportar un sabor increíble a una anodina ensalada, añade jamón ibérico frito y troceado.

Otra alternativa es sustituir el bacon por jamón frito. Prueba tus platos con este cambio y notarás la diferencia.

Para las cremas de verduras puedes repetir la operación. Haz por un lado la crema y por otro fríe las lonchas de jamón. Emplata la crema y, justo antes de servirla, rompe de manera rústica las lonchas para coronar la crema.

Más simple todavía son los chips de jamón. Puedes prepararlos con las lonchas de jamón fritas en sartén, hechas al horno o en el microondas. Solo deshidrata el jamón y desmenúzalo para tomarlo como si fuese un snack. Eso sí, un snack gourmet.

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