Hoy en día contamos con multitud de cortadores de jamón profesionales y bien formados en la materia repartidos por toda nuestra geografía, pero no siempre fue así, por lo que vamos a explicar cómo ha cambiado el mundo del corte de jamón en las últimas décadas.

El jamón se ha consumido y cortado en España desde hace m pero fue aproximadamente 15 años atrás cuando un grupo de emprendedores se unieron para comenzar un proyecto para profesionalizar la figura del cortador de jamón. Este movimiento comenzó en las zonas tradicionalmente jamoneras, sobre todo en Extremadura y Andalucía, pero poco a poco se fue extendiendo por todo el país.

En esa época comenzaron a hacerse populares los concursos de corte de jamón, en los que tenían que lonchear un jamón y finalizarlo en tacos, sin cortarlo completamente. El emplatado era algo secundario y no se le prestaba especial atención.

A medida que crecía la demanda de los profesionales, estos también evolucionaban sus diferentes herramientas de trabajo: desde los soportes jamoneros, que cada vez iban siendo más sofisticados, hasta los cuchillos y accesorios para el corte.

Los requisitos en los concursos también se endurecieron, el emplatado pasó de ser rudimentario y amontonado, con unos cortes desiguales y largos, a una presentación cada vez más cuidada y bonita, con unas lonchas más regulares. Muchos charcuteros y profesionales de la carne aprovecharon esta corriente para actualizarse y mejorar sus técnicas de corte y emplatado.

La figura de la cortadora de jamón fue introduciéndose poco a poco en este mundillo tradicionalmente de hombres, marcando su propio estilo y defendiendo sus conocimientos. Loli Domínguez fue pionera en España y abrió el camino animando a muchas mujeres a que siguieran sus pasos.

Posteriormente se introdujo la disposición de las lonchas en pico, algo habitual hoy en día, pero que en su momento fue realmente innovador, marcando un antes y un después en la presentación de los platos.

Como conclusión, lejos quedan los comienzos titubeantes de los primeros pioneros en el mundo del corte del jamón, disciplina que actualmente se sustenta en diferentes pilares esenciales: una buena y constante formación, la imagen impoluta del cortador y un amor por el trabajo que se realiza, que se plasma en los trabajos realizados.

(Cómo ha cambiado el mundo del corte de jamón)