Muchos clientes nos piden consejo sobre qué hacer con el hueso de sus deliciosos jamones de Grupo Julián Becerro una vez terminados. El hueso de un jamón de calidad es el ingrediente ideal para preparar un estupendo caldo casero de jamón, como el que explicamos hoy en esta receta.

Receta de caldo casero de jamón

Para preparar este riquísimo caldo necesitaréis:

  • 1,5 Kg. de huesos de jamón de Grupo Julián Becerro
  • 1 punta de jamón
  • 1 puerro
  • 3 dientes de ajo
  • 1 cebolla
  • 1 zanahoria
  • 2 hojas de laurel
  • 1 rama de apio (opcional)
  • aceite de oliva virgen extra
  • agua

Paso a paso para el caldo

Blanquear los huesos

El primer paso para preparar este riquísimo caldo consiste en blanquear los huesos de jamón.

Para ello, lo primero que debemos hacer es limpiar cuidadosamente los huesos, retirando las impurezas adheridas y las partes amarillentas (en el caso de que las haya), ya que pueden dar un toque rancio.

Una vez limpios, ponemos una olla con abundante agua a hervir. Cuando llegue a ebullición, añadimos los huesos y dejamos que cueza durante unos 5 minutos.

En ese tiempo, el hueso soltará las impurezas y la grasa sobrante. Si suelta mucho, podemos repetir la operación. Después, retiramos el agua y reservamos los huesos.

Elaboración del caldo

En la cacerola u olla donde vayamos a hacer el caldo, añadimos un pequeño chorrito de aceite y sofreímos el ajo, la cebolla, el puerro y la zanahoria previamente pelados y picados.

Cuando empiecen a tomar color, añadimos la punta de jamón y cocinamos un par de minutos más.

A continuación, echamos los huesos de jamón que habíamos blanqueado, cubrimos con agua limpia, echamos el laurel y si queremos el apio.

Tapamos la olla y cocinamos al mínimo durante unas 2 horas. Es aconsejable ir retirando las impurezas de vez en cuando. En caso de utilizar olla rápida, bastará con unos 45 minutos.

Una vez finalizada la cocción, colamos el caldo. Para que quede mejor, tras colarlo, podemos volver a hacerlo utilizando una gasa limpia, ya que retendrá más impurezas.

Después, dejamos reposar el caldo para permitir que la grasa se deposite en la capa superior, así como las posibles impurezas.

Si tiene mucha grasa, es mejor dejar que termine de enfriar en la nevera, de este modo la grasa se solidifica y es más fácil de retirar.

Así de fácil tendréis listo un caldo casero de jamón, ideal para tomar en cualquier momento como sopa, o para utilizarlo en miles de elaboraciones.